Sangre y tinieblas

Aqullos hombres que malgastaron su vida en la Tierra, abandonen la esperanza todo aquel que entre aqui...

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Muñeca de porcelana

El olvido hechó raizes sobre sus entrañas
El  dolor envolvio su jóven corazón
Y clavó sus espinas la traición
Aún virgen, llora al desamor
Era una niña cuando violaron su juventud
Ahora llora tendida en el suelo
hecha de hielo sonreie a la nada
tumbada en el diván cada día
Le hacen recordar su peor pesadilla
Profanaron su inocencia con tan solo seis años
Ella solo pide clemencia y piedad
Necesita aliviar todo el daño
El silencio es su secreto
Entre ella y el sufrir
Ya no hay remedio para curar heridas del ayer
Hoy un trauma encarna la maldad que vivió
Mas nadie la creyó
Solo recuerda que la vida le arrebató su niñez
Y que vivió entre soledad y melancolia..
Hoy la muñeca descansa
Muerta en vida sobre su alcoba,
Por su cara pálida de porcelana
Escapan amargas lágrimas de antaño
Y por más que pasan los años
Su cara siempre estancada en niña
Y en su corazón , el DAÑO....

Nothing lasts forever


No tengo ninguna queja. Es decir, tengo una queja pequeña, un detalle que me molesta, pero salvo eso estoy contento. O no contento porque las despedidas encierran cierta cosa parecida a la tristeza, pero sí satisfecho como quien ha disfrutado el banquete y se retira a dormir y ya luego si se han quedado cosas por hacer hay que saber que el tiempo es infinito pero no para nosotros. Estuvo bien haber caminado de noche bajo la lluvia y haber parado en las esquinas y bajar antes que ella el anden para que nuestros labios quedaran a la misma altura y haber vendido traducciones de canciones como si fueran poemas para conseguir algunas monedas y haber desocupado tantas botellas de vino barato y un par de copas de buena champaña y ni siquiera me arrepiento de haber sufrido, porque cada vez que el dolor tomaba su lugar en mi corazón me daba la oportunidad de escribir algo (con pésima letra, por supuesto, lo saben bien) y complacer a la vida, mi adorada reina con lengua de serpiente. Por eso el detalle incómodo es tan pequeño, incluso solucionable si les parece. Toda resaca termina a eso de las cuatro de la tarde y siempre hubo un auto que se detuvo para levantarme en una carretera donde se diría que ya nunca pasa nadie. Lo supe hace tiempo: antes del final todos mis deseos habrían sido complacidos conseguidos y eso explica esta sonrisa inusual, la sonrisa de la puerta que se abre, del peso del morral en la espalda en una ciudad en la que uno nunca había estado, el ruido de las teclas a la hora de armar palabras, la llamada esperada, un poema donde una mujer pudo decir en dieciocho palabras todo lo que estoy tratando de decir, que estuvieron bien las fogatas, a pesar del olor a ceniza en la ropa y en el cabello mientras hubo cabello y los pactos de sangre, a pesar del dolor en las yemas de los dedos, que la torpeza para hacer música se compensó con una melomanía notoria, que nací de una mujer fuerte, fume lo que puede sin saber fumar y siempre hubo alguien que me recomendó buenos libros, que mis zapatos se gastaron caminando, que pienso ahora en el buen sabor que tenía su piel y los desiertos conocidos y el desierto que nos espera  aunque al menos por un tiempo tenga que ir a vivir al bosque, qué bien que todo salió bien y se leyó lo que se alcanzó y hubo tiempo para ver conciertos y aprenderse montones de canciones y cantarlas en los bares con una cerveza helada en la mano, y haber encontrado pronto los ojos que me iban a mirar por siempre y que esos ojos quisieron mirarme y esa mujer sabía hacer llover y tuve buenos amigos poetas y buenos amigos borrachos y alguien me dijo una vez que le había quitado la mitad de la tristeza. Y eso es algo ya y no sólo es la cuestión del ego, de saber que cuando salgan de aquí van a pedir una cerveza y hablarán de mí, es la alegría de haber podido reunirlos, lo que de hecho justifica esta muerte tan pequeña como todas. Tan pequeña como ese detalle que no es la gran cosa pero les voy a contar para que no se queden con la duda: pasa que cada vez cae más y más tierra sobre la tapa de mi ataúd y ahora, cuando por fin ustedes me han evitado algo tan burdo como ‘Tú eres mi hermano del alma realmente un amigo’ en favor de “November Rain” durante mi funeral, estaré completamente sepultado antes del fragmento final y voy a perderme ese ritmo tan de lujuria y muerte y sobre todo ese instante preciso donde la música, como todo, se transforma en un sonido de lluvia y luego en ese rudito que se parece al silencio...

Días

Mis dias sin ti

Mis dias sin ti son largos,
oscuros,
vacios...

Eres la flecha que amenaza mi corazón,
alma que perturba mi razón...

Pero aun asi
te quiero,
te adoro,
te venero...

Te añoro si no estas,
te echo de menos en cuanto te vas.

Eres la única persona en la que pienso,
la que me quita el sueño

Pero aun si te quiero te adoro te venero...

Hombre Lobo




Era el momento perfecto,
donde la oscuridad vestia
donde la soledad emergia
el viento cantaba a su oido,
mas esas voces nunca existieron
ya que nadie habia hablado
en ese momento, ni las hojas
murmuraban sabian el momento,
donde el hombre perdia su
deleite del nuevo comienzo....


sus pensares envenenados le hacian
escuchar los ecos de sus deseos,
imponente ante su triste realidad
enfrentado, a su vida desintegrada
en mil pedazos escapando de sueños falsos...
congelado profundamente en su frio,
un frio corazon entre la risa y lagrimas
hipocritas perdia su miedo,
se enamoraba del pasado donde
su sangre dejo gotear envano, por
que nadie la aprovecho y menos su corazon
su dolor momentaneo, ya que engañado dejo
caer las cadenas de lagrimas y sus cicatrices
palpitando, en un dolor interminable
una voz interior responde
" no te escondas mas....."
cuyo pensamiento atrapado
en las telarañas llenas de recuerdos
malditos, que colgaban....


Cuando las luces crean sombras y ponen
luz a la faz del hombre... que efimero exitado
de una luna llena que envidiosa
se asomaba y curiosa brillaba,
y las estrellas como diamantes suntuosas,
del baile de la luna que a escondidas
era mas bella y curiosa...

El hombre ofrece un ritual entregando
su alma mortal, aquella luna
que la recibe y le entrega...
en aquella noche, ya no era
un simple hombre debil....
sino un hombre lobo, con ojos verdes
del bosque solo y misterioso
que corre sin rumbo hasta que el
amanecer mate la bestia
o la luna llena vuelva arrullar
aquel hombre lobo....

jueves, 11 de noviembre de 2010

A los Angeles Caidos


A los Angeles caidos,
repudiados, olvidados,
viven en el exilio.
Perdieron su casa,
su patria, su alma,
convirtiendose en demonios.

Angeles guerreros contra
Angeles de la guarda.
se alzaron en rebeldia,
explotados y oprimidos,
cansados y en minoria.
Trompetas de guerra,
espadas alzadas,
hierro forjado.
carniceria.
Lucha de dioses,
lucha de ideas,
lucha de clases.
Derrotados en batalla.
Vencidos y hundidos
por un Dios justo que
nos recuerda.

Que la Historia no es
de los vencidos...

Lagrimas de Fuego


Primer Adagio

I

Gotas de sangre golpean mi cabeza,
lágrimas de fuego brotan de mis ojos,
resbalan por mis mejillas
y caen, caen,
lentamente...
abrasando lo que acarician,
lo que acarician y después destruyen.


El corazón rasgado
y el alma rota,
muriendo entre rosas,
rosas negras,
rosas rojas.


II

Una vez más
una poesía maldita,
maldita porque lo siento,
maldita porque me muero;
malsana, fugaz,
afligida y tormentosa,
oscura y lacerante.

Segundo Adagio

Gotas de sangre descienden
de mi cabeza,
lágrimas de fuego
que me queman las entrañas;
en la mente lucha
y en el corazón dolor.


Mi alma fluye de aquí para allá...
mas la muerte me encontrará,
le di mi dirección la otra noche,
esa noche atormentada en la que te perdí.


Quiero soñar que te has ido,
que ya no estás aquí,
que te marchaste
como mi amor por ti partió,
como todo lo que un día
por ti sentí...


Y ahora no vuelvas,
Aléjate, que yo,
ya te olvidé.

Tercer Adagio

I

La noche insolente,
idolatrable, sensual,
mágica e innombrable
me impide ver el mar, el sol, las olas.


A mi alrededor miles de sueños
flotando en la estratosfera...
quisiera atrapar uno,
que no fuera nuestro
ni tuyo ni mío.


A través de la ventana
llamas de fuego
que me duelen en los ojos,
y el atardecer...
se fue...

II

Ayer vi llover, hoy arder
y mañana naufragar
en un mar embravecido,
roto, tenso e insultante;
pero ni la mar
ni mil almas rotas
podrán arrebatarme lo que más me hiere,
porque hay tanto fuego en mi corazón
que ya no lloro lágrimas
de mar ni hielo…



Sino LÁGRIMAS DE FUEGO.


Poema del Escritor Ramón Aguirre, perteneciente a su libro “Lágrimas de Fuego”. De venta en librerías.